EEUU lanza el mayor plan de infraestructuras en 65 años: 550.000 millones para carreteras, vías, red eléctrica, banda ancha y agua potable
Biden salva in extremis la aprobación en el Congreso de su ambicioso plan de infraestructuras con el apoyo de 13 republicanos
Joe Biden se ha anotado su segundo gran triunfo en el Congreso de Estados Unidos, con la aprobación ‘in extremis’ del mayor plan de infraestructuras en 65 años. En total, ese país destinará 555.000 millones de dólares (480.000 millones de euros) de aquí a 2030, en carreteras, vías férreas, red eléctrica, acceso a banda ancha, y agua potable.
Desde que en 1956 el presidente republicano Dwight D. Eisenhower lanzó el Programa de Autopistas Interestatales, que por primera vez conectó a todo el país con carreteras dignas de tal nombre, EEUU no había visto un programa similar de gasto exclusivamente civil, sin bajadas de impuestos, transferencias directas a las familias, o inversiones en espacio. Cuando se suma este plan a otros proyectos que ya estaban decididos, el total de inversión en infraestructuras en EEUU asciende a 1,1 billones de dólares (952.000 millones de euros) en la próxima década, es decir, una cifra equivalente a aproximadamente dos tercios del PIB de España (pero menos de la mitad de lo que valen el bolsa Microsoft o Apple).
El programa, además, tiene algo inusual en Estados Unidos: el apoyo de parte de la oposición republicana. De hecho, sin el voto a favor de trece republicanos, el plan no habría salido adelante. Eso se debe a que seis demócratas de izquierdas votaron en contra por considerar el plan insuficiente y, sobre todo, porque, afirman, causará un incremento de las emisiones de gases que provocan el ‘efecto invernadero’. Esos seis demócratas son el llamado ‘Squad’ – una expresión que se aplica para referirse a un grupo de amigos -, que tienden a identificarse como “socialistas” y entre los que están algunas de las ‘estrellas’ de la izquierda del Partido Demócrata, como Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley, y Rashida Tlaib. La ley ya había sido aprobada en julio en el Senado, con el voto a favor de los 50 miembros demócratas de esa cámara y de 17 republicanos. Ahora va directamente a Joe Biden, para que éste la firme.